xDebido a la situación inflacionaria de los últimos meses, sumado a los ajustes salariales que no acompañaron el ritmo de los aumentos de precios, hubo una fuerte pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos. Si bien el problema afecta a todos los sectores, hay rubros como el automotor que están entre los más golpeados.La brecha cambiaria distorsiona la relación de precios, en una industria directamente relacionada a los vaivenes del dólar. Si bien la cotización oficial se ajustó un ritmo menor, la economía se mueve por el valor de los tipos de cambio que se pueden acceder, tanto sean los dólares financieros o el “blue”. Entonces, la combinación de todos estos factores provocó que la compra de autos 0 km sea cada vez más difícil.Mientras que al asumir Alberto Fernández, en diciembre del 2019, se requería unos 44 salarios mínimos, en noviembre pasado, antes de la devaluación, hacían falta alrededor de 63, para acceder a un auto 0 kilómetros. Es decir, casi un 50% más.Pero ahora hacen falta 71 sueldos. Unos ocho sueldos más que a fin del gobierno de Fernández y 27 más que el últimos mes de gestión de Mauricio Macri.El modelo más accesible del mercado es hoy el Fiat Mobi, que recientemente se comenzó a comercializar en la Argentina. Su valor es de $19.005.000. En tanto, el salario mínimo vital y móvil este mes es de $268.056.50. Eso implica que se necesitan exactamente 70,89 salarios.En enero del 2020, los 0 km más baratos partían de los $600.000 y llegaban hasta $800.000. Se trataba de modelos como el Fiat Mobi, el Chevrolet Onix o el Renault Kwid. A esos se sumaban otros, en la franja de más de $700.000. Por ejemplo, VW Gol, Chery QQ, Nissan March, Peugeot 301 y Fiat Uno.De ese grupo de 0 km chicos, el VW UP y el Toyota Etios eran los de mayor precio con valores de $800.000 y $815.000, respectivamente. Ese mes, el Salario Mínimo Vital y Móvil era de $16.875.Si se toma un valor promedio de unos $740.000 para esos diez modelos, el resultado da que se requerían 43,8 sueldos para poder comprarlos.Un dato adicional es que muchos de esos vehículos ya no se venden en el mercado porque, a raíz de la pérdida del poder adquisitivo y distintas estrategias comerciales, las automotrices ofrecen modelos del segmento mediano para adelante donde se obtiene mayor rentabilidad.