En un contexto marcado por la discreción y estrictas medidas de seguridad, el presidente argentino Javier Milei y el empresario Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, se reunieron por tercera vez en los Estados Unidos. Este nuevo encuentro se llevó a cabo en el hotel The Langhman, ubicado en la Quinta Avenida, entre las calles 34 y 35 de la ciudad de Nueva York, y se extendió durante dos horas. Para evitar la atención mediática, ambos líderes evitaron la entrada principal del hotel y optaron por un acceso reservado, en un movimiento coordinado con los encargados de la seguridad. En la reunión, además de Javier Milei y Elon Musk, estuvieron Karina Milei, secretaria General de Presidencia y una de sus personas de máxima confianza, el ministro de Economía Luis Caputo, el embajador argentino en los Estados Unidos, Gerardo Werthein, y el jefe de asesores, Demian Reidel. Allegados a la delegación argentina especificaron que durante el encuentro abordaron distintos temas relacionados a la puesta en marcha de la Ley Bases y el proceso de estabilización de inflación que encara la administración de Milei. También se explicaron las últimas medidas monetarias adoptadas por el Ministerio de Economía y el Banco Central. Los encuentro previos El primer cara a cara entre Milei y Musk se produjo en abril de este año en la planta de Tesla en Austin (Texas), donde ratificaron la sintonía personal e ideológica que exhibieron en los sucesivos contactos que tuvieron en la red social X (antes Twitter) durante la campaña presidencial del mandatario argentino, cuando el magnate elogió más de una vez las políticas de libre mercado y la reducción del rol estatal que proponía el libertario. En esa ocasión, ambos charlaron durante 80 minutos y acordaron hacer un evento en la Argentina sobre tecnología y crecimiento económico. “Es un gran placer para mí. Es increíble. Gracias por todo lo que hacés por el mundo”, le dijo Milei a Musk cuando lo conoció en su despacho de Tesla. “Hubo química. Fue amor a primera vista”, sintetizó a Infobae Gerardo Werthein el espíritu de ese primer contacto personal. Menos de un mes después volvieron a coincidir, esta vez en una cumbre global de inversores que se realizó en Los Ángeles, donde el jefe de Estado argentino llegó como principal orador invitado por el Instituto Milken. “Gran encuentro con el presidente Milei”, posteó el magnate en las redes sociales, para resumir el segundo encuentro en California que duró alrededor de una hora. Visita a Wall Street Antes de ver a Musk, el presidente Milei visitó la Bolsa de Nueva York y lideró el tradicional toque de campana de apertura de la sesión bursátil. La New York Stock Exchange decidió invitar al mandatario argentino en el marco de su viaje para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como un modo de honrar la cumbre del organismo internacional que se celebra a pocas cuadras de la sede de Wall Street. Junto a Milei subieron al balcón de la NYSE la canciller Diana Mondino, Karina Milei, la ministra de seguridad Patricia Bullrich, la Presidenta de la Bolsa Stacey Cunningham, el ministro de Economía Luis Caputo, el embajador de la Argentina en los Estados unidos Gerardo Werthein y el asesor presidencial Demian Reidel. El Jefe de Estado pronunció además un discurso en un auditorio de la Bolsa: “No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal”, dijo tras describir la herencia con un Banco Central quebrado, riesgo de una hiperinflación, déficits gemelos, fuertes vencimientos de deuda por venir y el acuerdo con el FMI caído. “Nosotros, al momento de arribar al gobierno, básicamente Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia. Combinaba los elementos de las tres más grandes crisis de la historia argentina”, resumió antes de detallar las reformas que encaró con el ministro de Economía Luis Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y el secretario de Finanzas Pablo Quirno. También hizo referencia a las restricciones cambiarias y marcó un objetivo concreto: “Cuando la inflación inducida por el programa dado por control de capitales desaparezca, podremos salir del cepo sin ningún tipo de problemas, porque ya no tendrán balas para cargar las armas que puedan tirar la estabilidad macroeconómica. El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación que tiene el programa macroeconómico sea cero”.