xA los 81 años, en su hogar del balneario El Ancla, de Olivos, el “Ancho” Rubén Peucelle falleció de un paro cardiorrespiratorio por la noche, mientras dormía, un 8 de septiembre de 2014.  Al día siguiente, su esposa Marta Eva Carreño Mulvihill, de 77 años, lo encontró muerto con el control remoto de la tele en la mano.Aquel hombre de sonrisa amplia y corazón gigante no solo se destacó por su imponente presencia física, sino por la humildad y el carisma con los que supo ganarse el afecto de miles. Peucelle fue una figura clave en Titanes en el Ring, el programa que revolucionó el entretenimiento en los hogares argentinos durante los años 70 y 80, un hombre que trascendió el cuadrilátero para ganarse el cariño y respeto de todo un país.Marta desmiente que Ruben haya estado en El Ancla en una mala situación económica, sino que era su propia elección de vida porque “era un bohemio”: “También dijeron que murió en la miseria, que no tenía baño ni se bañaba, que hacía pesas con baldes de arena…¡La de mentiras que dijeron! Rubén estaba en El Ancla porque era bohemio, porque le gustaba, era su vida. Y no lo hubiera sacado de ahí, ni aunque hubiese tenido un montón de plata. ¿Sabés las veces que le dijimos ‘Rubén, vamos a poner un gimnasio’? Y a todo decía que no…”, cuenta en una entrevista con Infobae.Aunque Peucelle y Martín Karadagián, el dueño de Titanes, hayan tenido una disputa judicial durante un tiempo, con el tiempo pudieron remendar sus diferencias y tener una relación de respeto mutuo, al punto que a la primera persona que llamó Marta después de hallar el cuerpo fue a Paulina, la hija de Karadagián. “¿Por qué la llamé a ella? Porque sí. No sé. La quiero mucho a Paulina y no sabía a quién llamar. A los cinco minutos ya estaba ahí”, cuenta.Según cuentan madre e hijo, “El Ancho” no tenía problemas de salud. “Era más fuerte que un roble. Siempre fue sano. Pero una vez me había explicado que con el tema de los fierros, su corazón era un poco más grande, y podía existir esta posibilidad. Pero siempre digo lo mismo: que suerte que falleció así, durmiendo”, subraya Maximiliano, su único hijo. Y Marta añade: “Nosotros teníamos un médico amigo en Vicente López, el doctor Bresciani, que lo atendía siempre y estaba bien”.xHasta tres o cuatro meses antes de morir, Peucelle continuaba ejercitándose con pesas. Sin embargo, luego comenzó a ralear esa rutina. El campeón estaba un poco triste por el paso de los años. “Una vez fue una chica para hacerle un reportaje y le mostró una foto de la época de los Titanes, y no le cayó bien”, cuenta Marta. En una entrevista de 2012 en el programa Esto recién empieza de Radio Provincia (que conducían el periodista Miguel Braillard y quien escribe estas líneas), Peucelle reconoció que “a veces no quiero recordar todo que viví en Titanes, porque me paso para el otro lado y me da melancolía”.Para la generación que vio Titanes en el Ring, la muerte del “Hércules argentino” (otro de sus apodos) fue un golpe a los recuerdos infantiles. Peucelle fue, junto a Martín Karadagián, el más querido de los luchadores que no usaba máscara ni tenía un personaje.COMENTÁ EN FACEBOOK: HACÉ CLICK ACÁ