xLa jueza de Garantías Eleonora Arenas decidió autorizar a Hugo Araudou y Oscar Jégou, jugadores de la Selección francesa de rugby acusados de violar a una mujer en Mendoza, a retornar a su país de origen. Esta medida fue tomada durante una audiencia realizada este martes por la mañana en el Polo Judicial y fue confirmada por fuentes cercanas al caso.El incidente que llevó a esta denuncia ocurrió el pasado 7 de julio en el hotel Diplomatic de la ciudad de Mendoza, luego de que Araudou, señalado como el principal acusado, conociera a la denunciante en la discoteca Wabi tras disputar un partido contra Los Pumas. Desde entonces, ambos rugbiers habían permanecido en Argentina, primero en Mendoza y luego en Buenos Aires, tras ser excarcelados.xLa decisión de Arenas ocurre a más de un mes de la liberación de los acusados y luego de que tres fiscales decidieran no oponerse a la solicitud de la defensa de permitir su regreso a Francia. Sin embargo, este retorno estaba condicionado a la posible ampliación de una pericia psicológica solicitada por los abogados de la víctima. La jueza consideró que la querella no presentó argumentos sólidos para justificar dicha ampliación, especialmente cuando los análisis previos descartaron patologías sexuales en los acusados. Con esta resolución, solo resta que un juez de turno avale el trámite para que Araudou y Jégou puedan salir del país.xEl caso ha sido polémico y enfrentó a la defensa de los rugbiers con la querella. El lunes, el Procurador Adjunto en lo Penal, Gonzalo Nazar, rechazó la recusación presentada por los abogados de la denunciante contra los fiscales Darío Nora y Daniela Chaler, quienes, según los querellantes, habrían beneficiado a los imputados. Nazar desestimó la acusación, asegurando que “no se ha acreditado el supuesto alegado, esto es, la pérdida de objetividad de los magistrados involucrados”, y reafirmó que las decisiones de los fiscales están ligadas a su ámbito de actuación y pueden ser discutidas en la esfera judicial si alguna de las partes lo considera necesario.En medio de este proceso, la denunciante expresó su descontento y dolor a través de una carta, donde afirmó: “Me arruinaron la vida, manejando a la prensa despiadadamente con una condena social en mi contra. Gracias Ministerio Público Fiscal. Gracias, me mataron en vida”. Sus palabras reflejan el impacto emocional que tuvo el caso en su vida personal y la sensación de haber sido desprotegida por las instituciones judiciales.