Bill Gates, cofundador de Microsoft y una de las figuras más influyentes en la industria tecnológica, no solo es conocido por su éxito empresarial sino también por su estilo de vida lujoso y su pasión por la innovación. Gates, quien ocupa el sexto lugar en la lista de las personas más ricas del mundo según Forbes, ha construido una de las mansiones más impresionantes y tecnológicamente avanzadas del planeta: Xanadu 2.0.

Ubicada en Medina, Washington, esta propiedad no solo destaca por su valor monetario sino también por su importancia emocional. Bill Gates ha vivido en Xanadu 2.0 junto a su exesposa Melinda Gates y sus tres hijos: Jennifer Katherine, Rory John y Phoebe Adele. La mansión, cuyo nombre hace referencia a la ciudad mítica descrita en el poema “Kubla Khan” de Samuel Taylor Coleridge, es un reflejo del poderío patrimonial de Gates y su interés por la tecnología y la sustentabilidad.

Xanadu 2.0, valuada en aproximadamente 130 millones de dólares, abarca unos impresionantes 58,065 metros cuadrados. La construcción de esta residencia demandó la labor de 300 obreros, de los cuales 100 eran electricistas, y se completó con un enfoque en crear un espacio ecoeficiente y tecnológicamente avanzado. La propiedad utiliza su entorno natural para reducir la pérdida de calor y regular la temperatura de manera eficiente, demostrando el compromiso de Gates con la sustentabilidad.

Entre los lujos que ofrece la mansión se encuentran 24 baños, un garaje con capacidad para 23 coches, un cine privado para 20 personas, un gimnasio de 232 metros cuadrados y una piscina con un sistema de música subacuática. Además, la casa cuenta con detalles excéntricos como arena importada de islas caribeñas y una sala de trampolines.

Una de las características más notables de Xanadu 2.0 es su imponente biblioteca, que alberga el manuscrito original del Codex Leicester de Leonardo Da Vinci, adquirido por Gates en 1994 por 30.8 millones de dólares. Este detalle no solo resalta el valor cultural de la mansión sino también la fascinación de Gates por la historia y la ciencia.

El acceso a Xanadu 2.0 está diseñado para garantizar la privacidad y la seguridad de sus residentes. Los invitados deben atravesar un recorrido subterráneo y privado, lo que previene la intrusión de fanáticos, paparazzis o periodistas. Además, cada visitante recibe una clave que permite interactuar con el clima y la iluminación de cada espacio de la casa, una muestra más de la avanzada tecnología integrada en la mansión.