xEl Gobierno Nacional tomó la decisión de diferir los aumentos programados para las tarifas de luz, gas y nafta que estaban previstos para entrar en vigor a partir del 1 de mayo. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Economía, busca brindar estabilidad y previsibilidad en un contexto económico desafiante.En un comunicado emitido por el Ministerio de Economía, se confirmó que la actualización del impuesto a los Combustibles será diferida mediante un decreto en el Boletín Oficial. Esto significa que los precios en surtidores no sufrirán incrementos durante el mes de mayo, proporcionando un respiro a los consumidores.Asimismo, la aplicación de la fórmula de actualización mensual para las tarifas de gas y electricidad, diseñada para mantener los aumentos en línea con la inflación, también será postergada. Los entes reguladores, Enargas y ENRE, aguardaban una definición por parte de Economía antes de publicar los nuevos cuadros tarifarios.Las empresas distribuidoras y transportistas de energía, que ya tenían calculadas las subas que les corresponderían, se vieron sorprendidas por esta decisión. La postergación fue interpretada como una señal negativa, afectando el plan de normalización del sector que aún no había sido implementado.El Gobierno, por su parte, se encuentra evaluando diversas opciones respecto a la política tarifaria, incluyendo la posibilidad de quitar subsidios para los sectores de ingresos bajos y medios. Sin embargo, la postergación de los aumentos evidencia la complejidad de encontrar un equilibrio entre la necesidad de reducir el déficit fiscal y las demandas de la sociedad.Si bien la medida no tendrá un impacto significativo en las expectativas del mercado sobre el superávit financiero, plantea interrogantes sobre la efectividad del programa económico. La obsesión por reducir la inflación podría chocar con la necesidad de mejorar las cuentas públicas a través de una reducción del gasto.