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El plan “motosierra” impulsado por el Gobierno provocó una enérgica reacción por parte de la comunidad educativa, especialmente en el ámbito de la educación pública superior. La decisión de recortar presupuesto en universidades estatales desencadenó una respuesta unificada que se manifestará en las calles de todo el país el próximo martes 23 de abril.
El presidente Javier Milei, al enfrentarse a la educación pública superior, tocó un nervio sensible en la sociedad argentina. La educación universitaria estatal se percibe como un pilar indispensable para la movilidad social ascendente en el país. El vínculo y el sentido de pertenencia que se genera en los estudiantes durante su formación en estas instituciones son robustos y perdurables.
Los analistas políticos hablan de una disputa entre el Gobierno y la comunidad educativa, que llevó a una pérdida de control de la agenda política nacional por parte del presidente Milei. Sus intentos de justificar los recortes presupuestarios en base a supuestos casos de adoctrinamiento y persecución ideológica fueron rápidamente refutados por las autoridades académicas.
Si bien es legítimo que el Gobierno busque auditar las cuentas de las universidades públicas, el plan “motosierra” generó una respuesta contundente por parte de la comunidad educativa. La convocatoria a una marcha en defensa de la educación pública, con la participación de diversos sectores, refleja el rechazo a los recortes presupuestarios en el ámbito universitario.
El presidente Milei, sumido en una retórica agresiva, amplió su lista de “enemigos” al incluir a las universidades públicas. Sin embargo, su enfoque en recortar presupuestos en lugar de promover un debate constructivo sobre el funcionamiento de estas instituciones generó malestar y movilización en la sociedad argentina.
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