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El Gobierno de Javier Milei hizo llegar este miércoles al Congreso su ambicioso proyecto de reforma fiscal, que abarca aproximadamente unos 100 artículos con diversas modificaciones impositivas. Este paquete legislativo, que será debatido simultáneamente con la Ley Ómnibus, es uno de los planes del oficialismo para estabilizar la economía del país.
El debate se dará inicio este jueves a las 11 de la mañana con una reunión informativa de la comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert. Durante esta sesión, se espera la exposición del Secretario de Hacienda Carlos Guberman y José Salim, director de Auditoría de la AFIP, quienes detallarán los alcances del proyecto.
La presentación del proyecto subraya la urgencia de equilibrar las cuentas fiscales, haciendo hincapié en la necesidad de reducir el gasto público y mejorar la recaudación impositiva como pilares fundamentales. “Como es de público y notorio conocimiento, la República Argentina se encuentra atravesando una grave crisis económica y fiscal que afecta seriamente el funcionamiento del Estado”, se expresa en el texto oficial, que señala las políticas fiscales pasadas como responsables de la situación actual.
El oficialismo espera tener ambas iniciativas aprobadas en la Cámara de Diputados para principios de mayo para poder girarlas al Senado, donde incluye cambios en Impuesto a las Ganancias e Ingresos Brutos y un nuevo blanqueo de capitales. Las mismas esperan que sean sancionadas antes del 25 del mes mencionado, aspirando a firmar el Pacto de Mayo.
En el arranque del documento de 52 páginas, el Ejecutivo puntualiza que “esta crisis es el producto de sucesivas políticas en materia fiscal adoptadas en las últimas décadas” y remarca que el Estado “en forma recurrente y continua ha realizado erogaciones por encima de sus ingresos”.
Según el texto del proyecto, “el Estado Nacional se encuentra obligado a balancear sus cuentas fiscales, debiendo para ello apoyarse en dos pilares fundamentales: la reducción de gasto público y la mejora en la recaudación impositiva”.
Uno de los puntos más significativos de la propuesta es la reversión de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, que establece un mínimo no imponible de $1.800.000 brutos para solteros y $2.200.000 para casados con hijos, cambiando además la denominación del tributo a Impuesto a los Ingresos Personales
En cuanto al blanqueo de capitales y la moratoria impositiva, el oficialismo argumenta que el sistema fiscal argentino enfrenta “una de las mayores tasas de presión fiscal en el mundo” y que la existencia de “numerosos impuestos distorsivos dificulta y margina a muchos individuos, empresas y emprendimientos del sector formal”.
Con la propuesta de reformas, se busca “abordar en forma directa el complejo escenario mencionado anteriormente, ofreciendo opciones para reincorporar a la economía formal a los contribuyentes que opten por adherir a estos y aliviando la situación financiera del país al efectivizar el cobro inmediato de impuestos adeudados u omitidos”.
El Régimen de Regularización de Activos, contemplado en el paquete fiscal, permitirá el blanqueo de hasta USD 100.000 sin penalidades, con un plazo inicial hasta el 30 de abril de 2025, prorrogable hasta el 31 de julio de ese mismo año. Además, incluso por encima de esa cifra, se aplicará una alícuota del 0% bajo ciertas condiciones.
En este contexto, el proyecto de reforma fiscal busca implementar medidas para corregir este desequilibrio estructural y sentar las bases para una gestión fiscal más sólida y sostenible en el futuro.
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