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El mundo ha cambiado sus costumbres durante la última década. Los cambios vinieron, principalmente, de la mano de los avances tecnológicos y del viraje de las actividades a la esfera virtual. El apego a los teléfonos celulares, el lanzamiento de las apps móviles y el ascendente consumo de redes sociales son los pilares de una nueva cultura de ocio que llegó para quedarse.
Nuevas industrias afloraron y otras debieron acomodar sus negocios a este nuevo escenario. La sociedad argentina se adaptó sin inconvenientes a la navegación en la web, sobre todo en materia de ocio y entretenimiento. La oferta de contenidos deportivos en internet facilitó esta transición, hoy se puede encontrar fácilmente en internet lo que no está disponible en otros medios.
Por ejemplo, los argentinos que no tienen acceso a canales Premium de TV para acceder a partidos de las ligas europeas buscan la transmisión online. Otros se vuelcan a actividades propias de las plataformas digitales y buscan casinos en línea o páginas de videojuegos. La oferta de entretenimiento en el mercado online es realmente amplia y variada.  
El boom de las redes sociales
Desde su aparición, las redes se convirtieron en el nuevo tejido de interacción social. Acceder a las apps de Meta (Facebook), Instagram y TikTok ya forma parte de los hábitos diarios de los argentinos. Sin embargo, no todas son visitadas con la misma frecuencia y, aunque de primera instancia parecieran estar vinculadas con el ocio, son diferentes los contenidos que se consumen entre una y otra.  
La Fundación COLSECOR realizó en 2023 un Estudio sobre Tendencias y Consumos Digitales en Argentina con una muestra de 1.451 personas. El 90,8% de los encuestados indicó que las redes sociales son la práctica que efectúan con mayor frecuencia en Internet. El estudio indica que Meta (Facebook) es la red social favorita a la que las personas tienden a acceder con mayor frecuencia (62,4%). Le siguen Instagram (60,6%) y TikTok (13,4%).
El 50,4% de la muestra indicó que utilizan las redes sociales con el fin de informarse. El 38,2% las utilizan con fines participativos, el 34,5% por diversión y el 31,1% para observar contenidos sin participar. La variedad de respuestas demuestra la concentración de actividades que pueden darse a través del acceso a redes sociales. No obstante, el 82,8% estuvo de acuerdo en que las redes son herramientas para mantenerse informados.
La revolución del streaming
El streaming también ocupa un lugar protagónico en el ranking de las actividades digitales que los argentinos realizan en su tiempo libre. El mercado de películas y series en las plataformas como Netflix, Star+, Prime Video, entre otras, tienen muchísimo alcance. Su éxito desembocó en nuevas propuestas nacionales como DistroTV con canales disponibles para toda Latinoamérica. 
Según COLSECOR el consumo de plataformas de streaming es más frecuente en mujeres y jóvenes, los adultos mayores prefieren canales de TV abierta o cable. El servicio de streaming catapultó su fama en el mundo con la transmisión de deportes y juegos. Se estima que esta categoría logró recaudar cerca de 46 mil millones de dólares a nivel mundial en 2020.
Las proyecciones del sector para este año rondan los 86 mil millones. Aunque este dato visibiliza el éxito del rubro a escala global, Argentina ha mostrado ser un campo fértil para el crecimiento de este mercado. Se suman al universo de streaming los videojuegos que han abierto una nueva arista de profesionalización en la población de la mano de los eSports; un fenómeno con horizontes prometedores. 
¿Los argentinos preocupados por su consumo de internet?
El consumo en plataformas de streaming y redes sociales va en aumento. Las enormes empresas del rubro han logrado introducir sus productos con éxito y la tecnología avanza allanando el camino para nuevos lanzamientos. Hoy en día, la conectividad es un concepto que se promueve como una necesidad. Ya sea por trabajo, por estar informados o por puro ocio, el acceso a internet se ha vuelto fundamental para nuestro desarrollo como seres sociales.
Sin embargo, su consumo está siendo cuestionado por organismos de la salud.  El uso excesivo de pantallas interfiere en el desarrollo de capacidades indispensables para la interacción social. La OMS clasificó a la adicción a los videojuegos como un trastorno de salud mental. En estos casos, los videojuegos pasan a tener prioridad sobre otros intereses y el sujeto pierde el control sobre la frecuencia y duración de la actividad.
En el estudio de COLSECOR el 62,3% de los encuestados manifestaron estar preocupados por el tiempo que dedican a navegar en redes sociales. A pesar de las preocupaciones el mercado de ocio digital se expande. La tecnología aplicada a las nuevas plataformas es cada vez más innovadora y su acceso está a tan solo un clic de distancia en el teléfono de los consumidores.