xEl Senado rechazó el DNU.
El ímpetu generado por el debate sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 se vio truncado tras ser rechazado por una amplia mayoría en el Senado de la Nación.
Sin embargo, en la Cámara de Diputados la cuestión parece ser diferente. El bloque de Unión por la Patria no logra reunir los votos necesarios, lo cual contrasta con las expectativas previas tras la votación en la Cámara alta. Mientras tanto, el DNU sigue en vigencia.
“Al día posterior del Senado, nos sobraban votos, la Casa Rosada se sentó a negociar y hoy no llegamos al quórum”, señaló al medio Infobae un diputado peronista. 
En los primeros días después del rechazo del DNU en el Senado, donde obtuvo 42 votos en contra de un total de 72, la oposición parecía contar con más de 130 apoyos. Con el tiempo, esta expectativa se fue desvaneciendo. Tanto es así que el bloque kirchnerista aún no ha presentado una solicitud de sesión, a diferencia de los tres pedidos realizados en la Cámara alta. El desafío que enfrenta la oposición radica en los plazos. En los primeros análisis realizados, se llegó a la conclusión de la necesidad de avanzar rápidamente.
“Mientras más cerca del 25 de mayo nos encontremos, menos chances vamos a tener de rechazarlo. El Gobierno, si es pícaro, va a abrir la billetera para las provincias y vamos a perder votos”, señala Infobae en lo que habrían sido negociaciones de Casa Rosada con la oposición no kirchnerista. 
Simultáneamente, los sectores “dialoguistas” están trabajando en un “plan B” respecto al decreto que busca desregular la economía, el cual implica la eliminación de alrededor de 80 leyes y la modificación de otras 300. Este plan consiste en presentar proyectos de ley “espejo” para cada uno de los capítulos contenidos en el DNU.
El más avanzado en este proceso es el PRO, cuyo sector se está acercando cada vez más a convertirse en el principal ejecutor de los intereses de la Casa Rosada en el Congreso. Esto se evidencia mediante el apoyo logístico, la experiencia parlamentaria y, sobre todo, los votos que respaldan la postura de La Libertad Avanza.
Por otro lado, el radicalismo muestra divisiones internas y no logra establecer una posición unificada. Mientras que los sectores liderados por el cordobés Rodrigo de Loredo avanzan en sintonía con el PRO y la Casa Rosada, aquellos que siguen a Facundo Manes, un nuevo referente, se oponen al DNU y se alinean con Martín Lousteau, quien lo rechazó en el Senado.
En cuanto a Hacemos Coalición Federal, enfrenta una situación similar a la UCR y carece de una postura unificada. No obstante, participa en las negociaciones y sus líderes han pasado de votar en contra a ofrecer el consejo de “enviar proyectos de ley sobre cada tema para avanzar”.