xEl Papa presiden la Solemne Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro.
El Papa Francisco reapareció este sábado para presidir la misa de la Solemne Vigilia Pascual, celebración en la que se conmemora la resurrección de Jesús. Bergoglio, tras encabezar la ceremonia de la Pasión del Señor del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, había decidido suspender su participación en el Vía Crucis para cuidar su salud.
El Papa renunció a último momento a asistir a la ceremonia nocturna de las 14 estaciones del Calvario de Cristo, la que él mismo escribió los comentarios.
Como es sabido, la Semana Santa tiene muchas actividades, sobre todo durante el Triduo Pascual (del Jueves Santo al Domingo de Resurrección). Francisco apareció hoy para presidir la celebración de la Vigilia Pascual, en la que llegó en su silla de ruedas y realizó los gestos habituales de esta celebración: la bendición del fuego y del cirio pascual.
En su homilía, el Papa se refirió al episodio del Evangelio en la que se corrió la piedra del sepulcro de Jesús: “Esa piedra representa el final de la historia de Jesús, sepultada en la oscuridad de la muerte. Él, la vida que vino al mundo ha muerto. Él, que manifestó el amor misericordioso del Padre, no recibió misericordia. Él, que alivió a los pecadores del yugo de la condena, fue condenado a la cruz. Aquella roca, obstáculo infranqueable, era el símbolo de lo que las mujeres llevaban en el corazón, el final de su esperanza. Todo se había hecho pedazos contra esta losa, con el misterio oscuro de un trágico dolor que había impedido hacer realidad sus sueños”.
“A veces sentimos que una lápida ha sido colocada pesadamente en la entrada de nuestro corazón, sofocando la vida, apagando la confianza, encerrándonos en el sepulcro de los miedos y de las amarguras, bloqueando el camino hacia la alegría y la esperanza”, dijo. Y añadió: “Son “escollos de muerte” y los encontramos, a lo largo del camino, en todas las experiencias y situaciones que nos roban el entusiasmo y la fuerza para seguir adelante […]”.
Bergoglio afirmó: “Mirémoslo a Él, acojamos a Jesús, Dios de la vida, en nuestras vidas, renovémosle hoy nuestro sí y ningún escollo podrá sofocar nuestro corazón, ninguna tumba podrá encerrar la alegría de vivir, ningún fracaso podrá llevarnos a la desesperación”. “Mirémoslo a Él y pidámosle que la potencia de su resurrección corra las rocas que oprimen nuestra alma. Mirémoslo a Él, el Resucitado, y caminemos con la certeza de que en el trasfondo oscuro de nuestras expectativas y de nuestra muerte está ya presente la vida eterna que Él vino a traer”, manifestó.
Y ante los fieles, pidió: “Hermana, hermano, deja que tu corazón estalle de júbilo en esta noche santa. Cantemos la resurrección de Jesús juntos”.