xEstamos en una era casi despidiéndonos de la nostalgia de los que nombraban “mi maestro”.Decir maestro es darle un lugar de privilegio y envergadura. Actualmente, adoptó el nombre docente, en el rol de enseñar.Se reitera la respuesta que dan las evaluaciones del nivel alcanzado educativo en niños y adolescentes, que dio desfavorable en las dos cátedras más importantes, lo que da a luz casi generalizado, que el modo que estaba el sistema no era eficiente, pues sería caer en un error injusto en creer y confirmar que casi todos los alumnos tuvieron problemas de aprendizajes.Sin desmerecer la labor de quien está frente al aula, se sabe que algunos eligieron la profesión no por vocación sino como salida laboral. En cualquiera de los casos, a veces ignoran que su material de trabajo será directamente “la persona humana”, para lo cual no solo necesita conocer los métodos pedagógicos, si no captar con ojos clínicos teniendo conocimientos de psicología, el estado emocional de sus alumnos que expresan el interés, la distracción, la postura indicadora de sus cuerpos, los ojos somnolientos y algún que otro bostezo.No se trata de un don, sino casi de una destreza el darse cuenta que se ha captado la atención de la sala.Quizás hayan considerado que para la carrera de maestros sería necesario un previo test vocacional indicador y es probable que mientras dure, expresen sus destrezas. Hay quienes se dotan con una tendencia facilitadora a los primeros años o niveles y los otros hacen gala de sus fortalezas en los grados superiores. Esto no es un dato menor, porque de este modo la enseñanza académica cobra vida, llega, se entiende, da placer y también se evidencia en la sala el lenguaje corporal en cada banca, como una silenciosa respuesta de agradable comprensión.Se pretende nuevamente una educación de excelencia en una era que se privilegia con nuevas herramientas y alternativas para un desarrollo lógico, creativo, eficaz, como se necesita en escuelas, universidades y en la vida misma. De esto depende el país.Este es un nuevo despertar.