xMientras los bomberos siguen combatiendo las llamas por sexto día consecutivo, la devastación en las sierras de Punilla y Calamuchita continúa extendiéndose. Con más de 43 mil hectáreas ya afectadas, el fuego en Capilla del Monte avanza peligrosamente hacia San Marcos Sierras, en la provincia de Córdoba. En ese contexto el foco de Chancaní fue controlado en las últimas horas ya que las condiciones climáticas han dado un leve respiro a los brigadistas. “Bajó la temperatura, estamos un poco más aliviados”, dijo en declaraciones radiales la vicegobernadora, Myriam Prunotto. En medio de este escenario marcado por la catástrofe, Facundo Rojo, un topógrafo residente del Valle de Anisacate, compartió con DataChaco su testimonio sobre lo que significa vivir año tras año con la amenaza constante del fuego.”Se empieza a sentir el aire caliente, los vientos,. Yo viajo mucho por trabajo hacia las sierras y siempre pasa que ves algún foco de incendio pero no tan grande como está sucediendo ahora”, comentó Facundo, señalando la gravedad de los incendios que están afectando la zona este año.Facundo vive junto a su pareja, Magalí Giménez, en la zona del Valle de Anisacate, a 60 kilómetros de Córdoba capital. Y si bien la situación en ese lugar no es catastrófica, pueden sentirse las consecuencias de los incendios.”Las rutas y vías de comunicación están colapsadas, pero lo más difícil es tener que explicarles a nuestros niños qué está pasando, o por qué donde antes había verde ahora hay una montaña negra, quemada”, explicó Facundo.Además, el impacto social es significativo en la zona. “Mucha gente se ha tenido que ir de su casa, los vecinos están juntando dinero y ropa para ayudar a quienes perdieron sus casas, ayudan a mover animales. Hay una desesperación ya que mucha gente trata de defender lo suyo y no quieren dejar sus casas, mientras los bomberos tratan de cuidarlos. Es un tema entre defender la vida y defender las propiedades que es complicado”, relata.El topógrafo advierte que, a pesar de que los incendios son una constante, no se debe asumir como algo normal. “Esto sucede todos los años y eso hace que estemos bien preparados, pero no está bueno normalizarlo y aceptar que va a ser así y que no podemos hacer nada”.¿Incendios para ejecutar proyectos inmobiliarios?Facundo también se refirió a la problemática de las leyes que permiten avanzar sobre terrenos afectados por los incendios. “También hay leyes que habilitan que, a partir de un incendio y, ya sin monte nativo, se pueda avanzar sobre el terreno y realizar un proyecto inmobiliario, se habilita a poder comercializarlo”. xAdemás, entre las posibles causas de los focos, mencionó otro problema que contribuye a la situación: “Hay otra problemática y es que hay gente que no está bien mentalmente, tiene piromanía, pero eso es más controlable. En esos casos tiene un modus operandi, se puede hacer trazabilidad y se ha atrapado a gente así. Y con pericias psicológicas se identifican estos casos”.Facundo también mencionó la importancia de contar con medidas preventivas, aunque no siempre son efectivas frente a la magnitud de los incendios. “Por ley, algunos campos deberían tener cortafuegos, una franja sin árboles para que se detenga el incendio. Acá el fuego contra fuego no funciona porque es muy fuerte el viento y puede empeorar la situación”. En cuanto a las acciones para combatir el fuego, detalla: “Acá se utiliza el agua, tenemos cuatro grandes diques en la zona de Calamuchita y se utiliza esa agua para intentar apagar los focos”.xLa fauna, lamentablemente, se está viendo gravemente afectada por la falta de refugios. “La fauna se está destruyendo bastante porque los animales no tienen para dónde ir. La flora se recupera, el monte es chico y se renueva bastante rápido”, comenta. Y añade: “En cuanto al turismo, se afecta la zona de Capilla del Monte”.Los incendios afectan no sólo a la fauna sino también a los animales de cría, especialmente en las zonas quemadas donde la alimentación se complica para caballos y vacas que se quedan sin pasturas. El fuego avanza tan rápido que no hay tiempo de derivar a los animales a otros campos, simplemente escapan como pueden.La situación es compleja y, según Facundo, no hay una solución a corto plazo. “Por lo menos dos meses vamos a estar así. Por el viento fuerte que tenemos en esta zona, en una hora pasás de tener un incendio a hectáreas quemadas”, concluyó.