xAxel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof agitó la interna del Partido Justicialista (PJ) y reconoció que no fue invitado al acto que encabezó Máximo Kirchner el último viernes en La Plata, en medio de una creciente tensión con La Cámpora.El gobernador de Buenos Aires encabezó una conferencia de prensa este lunes por la mañana junto a parte de su Gabinete en la sede de la gobernación. Si bien no quiso entrar en polémicas, expresó: “Respecto a la unidad del peronismo, nosotros estamos abiertos. Participamos de cuánto encuentro y actos a los que somos invitados. Creo que nos quieren ver a todos trabajando, primero para ponerle un límite a esta política que lleva adelante Javier Milei y, segundo, acompañando al gobierno provincial en las medidas que toma para el pueblo de la provincia”,El viernes, Máximo reavivó las diferencias con el gobernador con un acto en la capital provincial en el que cuestionó “la unidad por la unidad” y advirtió, en referencia a los sectores que impulsan una futura candidatura presidencial de Kicillof: “Ahora resulta que Cristina no tiene que hablar porque eclipsa a otras figuras. Tranquilos, no hay que apresurarse”.Consultado sobre esas declaraciones, Kicillof aseguró que desde su sector estuvieron “acompañando a Cristina en Merlo” y que la expresidenta “tiene indudablemente un papel protagónico, incluso en el debate, en la discusión de ideas, así que es importantísimo”.Kicillof hizo hincapié en criticar al gobierno nacional, pero señaló: “En mi caso, a mí me eligieron para conducir los destinos de esta provincia y para representar a un pueblo que hoy está bajo sufrimiento”. Y agregó, evitando entrar en polémicas: “Planteamos que tenemos que ser escudo y red para cuidar al pueblo de la provincia. Los anuncios son muy claros en esto. En este momento no estamos en año electoral… lo que hacemos y decimos es dedicar todo el tiempo que tenemos y más en cuidar a la gente para lo que nos eligieron. Esa es la mejor respuesta que podemos dar en materia política a una situación como esta”.En el escenario actual, el gobernador busca posicionarse como uno de los principales opositores, impulsado también por un dato no menor: transita su segundo mandato y no podrá ir por otro más. En ese camino, los intendentes, ministros y legisladores alineados con él meten presión a propios y ajenos.Claro que esa puja por el liderazgo del peronismo bonaerense -y nacional- no es posible sin rispideces. Así es que en la provincia de Buenos Aires se da una guerra fría con La Cámpora (Máximo Kirchner), que por momentos recrudece en intensidad. La decisión de la Provincia, por ahora, es no responder en público a los ataques del hijo de Cristina Kirchner, o al menos no confrontar directamente.