El presidente Javier Milei confía en llegar al Pacto del 25 de Mayo con la ley ómnibus remozada aprobada en el Congreso, como una manera de conseguir un poco de aire fresco en medio de la profundización de la crisis económica y social.

El gobierno insiste que su prioridad hoy es “bajar la inflación”. Pero mientras negocia con el FMI nuevas condiciones para pagar la deuda y salir del cepo cambiario, en el entorno del presidente ya avanzan en los preparativos para convocar a “una parte de la oposición” a firmar el Pacto de Mayo el 25 en Córdoba.

El Gobierno esperará a que el próximo martes el paquete de leyes que incluye el pacto fiscal y la reforma laboral, sea votado en Diputados, para relanzar el miércoles la convocatoria.

La Casa Rosada define por estas horas el lugar: sería la Estancia La Paz, ubicada en pleno campo, a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba Capital, que cuenta con un lujoso hotel de la década de 1830, con piscina, canchas de golf, de polo y una laguna propia, entre otros amenities.

“Concebido con la pasión y el deseo de compartir un lugar único y acogedor”, presenta la página web del hotel de 4 estrellas, al que serán invitados los gobernadores, legisladores, empresarios, sindicalistas y fuerzas de seguridad y militares que firmen la “docta”.

“Contiene un casco histórico, hoy refugio de la Suite Roca y del Restaurante 1830, que data del siglo XIX y fue remodelado por mandato de Julio Argentino Roca, dos veces presidente de Argentina, para transformarse en su residencia de verano. Cuenta con un parque exótico, diseñado por Charles Thays en el 1900, con su lago artificial y el entorno de las sierras, forman un marco bello, armonioso y único”, describe la página oficial del hotel.

“Pero no sabemos si vamos a invitar a todos”, lanzó por estas horas un cercano colaborador de Milei. Fue un mensaje destinado aislar a la posición peronista y radical que amenazan con no apoyar la ley bases, el pacto fiscal y la reforma laboral y todo su contenido.

Tras más de dos meses de discusiones, y marcha atrás en más de 300 puntos, Milei terminó aceptando quitar artículos clave de la reforma laboral que criticaba la CGT, o la ley del tabaco.

El presidente no quiere quedar cediendo ante “la casta política”, e insiste con su estilo confrontativo, para evitar quedar debilitado de las negociaciones con la estrategia de mostrar que pudo conducir a la oposición a firmar su pacto de 10 puntos de políticas de estado que incluyen el resto de las reformas y desregulaciones políticas, sociales y económicas pendientes.

En su discurso del 1° de marzo al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, Javier Milei convocó a las 23 provincias y a la Ciudad de Buenos Aires a la firma de “un nuevo pacto fundacional para la República Argentina”, aunque lo condicionó a la aprobación de la “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y al nuevo Pacto Fiscal.

Los 10 puntos son:

La inviolabilidad de la propiedad privada.

El equilibrio fiscal innegociable.

La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.

Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio.

La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual.

Un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país.

Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.

Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación.

Una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados.

La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global.

El vocero Manuel Adorni definió a Milei como un “tiempista” y salió a redoblar la apuesta. Tal vez por eso, el vocero presidencial habló esta semana, cada vez que pudo en conferencia de prensa, de la posibilidad de reelección de Milei por 8 años.

“Las famosas 3.000 reformas que plantea el Presidente Milei y que aún faltan en términos de libertad y de desregulaciones, en algún momento también van a estar. Las vamos a discutir, a consensuar. No es dar pasos hacia atrás, sino empezar a dar pasos hacia adelante”, sostuvo el vocero de la Casa Rosada y ratificó que en el ajuste o “motosierra sin fin” que se viene, aunque no figuren en la nueva ley, “todas las empresas públicas son pasibles de privatizar en algún momento”.

Y ratificó: “dentro de los grandes objetivos, en algún momento va a venir una gran reforma laboral y previsional que sea sostenible en el tiempo. El Presidente está confiado en que eso va a ser así”.

Algo parecido pasó el martes con la reacción de la Casa Rosada frente a la derrota en la batalla cultural por la privatización de las universidades públicas, luego de la marcha multitudinaria de estudiantes que colmó no solo la Plaza de Mayo sino plazas de todo el país.

Fue luego de que el Gobierno admitiera un plan a “largo plazo” para arancelarlas, y que después de la masiva manifestación en contra, terminó aclarando que el cobro solo se podría aplicar por decisión de las autoridades universitarias porque son autárquicas y el gobierno no tiene “injerencia” en ese sector.

Adorni tras las críticas de Milei a los rectores y políticos que buscaron colgarse de la marcha estudiantil, presentó al Gobierno de LLA como el más defensor de la Educación pública.

Fue al final de una semana de fuertes mensajes en contra de la política, y tras sufrir su primera gran derrota en el control de las calles, cuando la marcha federal universitaria obligó al Gobierno a recapitular y anunciar la ampliación del presupuesto a las universidades, a la vez de ponerse al frente de la universidad pública, después de haber admitido la necesidad de congelar su plan original para arancelarlas.