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Un buen descanso, una alimentación variada que proporcione todos los nutrientes y componentes esenciales que el cuerpo necesita, junto con la actividad física, son aspectos clave para llevar una vida saludable, según destacan los especialistas.
En ese contexto, el agua de chía se posiciona como una bebida que puede ayudar a activar el metabolismo y brindar una serie de beneficios para el cuerpo.
La chía es una semilla originaria de centroamérica que puede ser utilizada como una de las principales fuentes de ácidos grasos esenciales omega-3, sobre todo en la dieta vegetal. Además contiene calcio, magnesio, hierro, fósforo, vitaminas del grupo B y proteínas.
Lo ideal es consumirla a diario y se sugiere ingerir aproximadamente una cucharada sopera de semillas, lo que proporciona alrededor de 2,5 gramos de este ácido graso. 
Esta cantidad es significativa, ya que la ingesta diaria recomendada es de al menos 1,5 gramos. Integrar las semillas de chía en la alimentación cotidiana puede ser una estrategia efectiva para garantizar un aporte suficiente de este componente crucial para la salud cardiovascular, cerebral y general.
Para consumir esta semilla, una de las formas más sencillas es a través del agua de chía, una bebida refrescante y agradable, en la que las semillas conservan todas sus propiedades y están listas para que el cuerpo las digiera bien y asimile todos sus nutrientes.
Cómo preparar agua de chía
El proceso es sencillo y requiere pocos ingredientes, pero es necesario un tiempo de remojo que se debe planificar con anticipación.
 
Ingredientes

15 g de semillas de chía

Jugo de un limón

500 ml de agua

1 cucharada de endulzante

Paso a paso

En un primer momento, se deben poner las semillas de chía en remojo por una hora para que se activen. Para ello, no es necesario usar el litro entero de agua, por lo que solo se debe utilizar lo que cubra las semillas.

Mientras tanto, en otro recipiente, hay que verter el agua que sobró y agregarle el zumo del limón y mezcla bien.

Luego, sumar el endulzante de preferencia y removerlo bien para que se integre correctamente.

Una vez transcurrido el tiempo de remojo de las semillas, hay que agregar la chía al agua con limón sin colarla. Mezclarlo todo bien y dejá que repose durante 10 minutos. La temperatura del agua depende de quien la tome, puesto que puede ser refrigerada o natural.

Pasado el tiempo de reposo, ya se puede ingerir. Es importante no colar el agua, puesto que la idea es tomar las semillas y así obtener sus grandes propiedades.