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El índice de inflación mostró en marzo el tercer mes consecutivo de desaceleración, al registrar un 11%, generando optimismo tanto en el Gobierno como en los analistas privados respecto a la posibilidad de alcanzar cifras de un dígito a mediados de año. Entre las consultoras, algunas prevén que el 10% mensual se pueda superar en mayo, mientras que otras sitúan este hito en junio o julio.
La perspectiva general es similar, basada en el ajuste fiscal combinado con la devaluación por goteo al 2% mensual, en un contexto de recomposición de reservas y escasa circulación de pesos en la economía. Estos factores se espera que contribuyan a consolidar la tendencia descendente de los precios.
Desde Criteria, se pronostica una inflación en torno al 5% para mitad de año, acompañada por una recuperación del crédito al sector privado, especialmente a las empresas, en el segundo semestre. Nicolás Max, director de Asset Management de la empresa, destacó que las colocaciones de letras capitalizables realizadas por el Gobierno van en línea con este objetivo, con tasas en pesos en torno al 5% mensual.
María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos, coincidió en que la inflación podría situarse en un dígito a partir de mayo. Los relevamientos de esta consultora indican que la inflación núcleo y los precios de alimentos y bebidas están mostrando descensos, incluso en los primeros días de abril, donde el rubro alimentos bajó un 0,8%.
Castiglioni también señaló que, en mayo, los ajustes de tarifas ya no tendrán tanto impacto, ni habrá componentes estacionales como el cambio de temporada de indumentaria o el aumento del consumo turístico. Así, la inflación podría consolidar la desaceleración mes a mes, manteniendo un equilibrio fiscal y un ritmo de devaluación controlado.
La gran incógnita, según Castiglioni, es a qué velocidad se dará esta desaceleración, pero las proyecciones apuntan a un escenario de inflación estable en un dígito hacia el segundo semestre del año.
